Debería de dejar los almendrados o los polvorones de canela… No me sientan bien.
Fui a la Plaza Mayor de Madrid a comprar bolas para mi árbol de Navidad (que es como un niño tonto, que solamente gasta: que si bolas, que si espumillón…), y me encontré con este percal: Los OVNIS habían llegado a la capital madrileña.