De la misma manera que me cago en algunas empresas cuando algo sale mal, quiero reconocer el buen trabajo de otras cuando lo aciertan.
Ulabox es una especie de supermercado online en el que, de momento, no hay muchos alimentos “caducos”, pero si que es perfecto para comprar perfumería, bebidas y productos de limpieza del hogar. Básicamente lo que pesa y lo que menos me gusta ir a comprar al supermercado.
Hace ya algún tiempo que me recomendaron Ulabox en un blog que sigo, pero no le hice mucho caso hasta que un día necesité agua, leche, lejía y algún producto más. Pensé que era la oportunidad perfecta porque además coincidía con una promoción con los gastos de envío gratuitos (normalmente también lo son por compras superiores a 35 euros) y sabía que a base de agua embotellada no iba a poder llegar nunca al mínimo.
Hice la compra, puse mis datos, pedí qué tiempo de entrega quería, y les puse hasta una nota: “A menos cuarto tengo que irme y no habrá nadie en casa”. Le di a enviar, me fui a dormir, y al día siguiente recibo un mensaje: “Gina, no te preocupes, tu compra está a punto de llegar al destino XXX”.
¡ARG!
¡¡XXX equivalía a la dirección de mi trabajo y no de mi casa!! Como normalmente me lo mando todo a la oficina de la tele para no tener que esperar siempre al cartero (esto es una ciudad y no hay horarios muy marcados), decidí, como de costumbre, mandarlo al trabajo.
Respondí a ese correo rápidamente con un “Lo siento, me he confundido de dirección porque soy idiota”. Llamé al trabajo, donde la productora se ofreció a prestarme el carro para llevar esas botellas pesadas, así que me resigné y me fui de rodaje.
Al volver a la productora a cargar “mi error” hasta mi casa, me di cuenta que la caja ya no estaba. La productora me había dicho que el mismo mensajero había vuelto, había cargado otra vez las cajas, y las había llevado a mi casa gracias a la dirección que les había facilitado en el correo electrónico.
Cuando llegué a mi casa las cajas estaban ahí.
Dentro de las cajas de mi pedido, los productos estaban perfectamente precintados con cintas especiales para que si el paquete volcara no se derramara todo, y un montón de muestras de productos.
Sólo había pasado unas dos horas, y el problema estaba solucionado.
Me emocioné mucho y pensé en escribir este artículo. Y no sólo eso. Pensé también en pagarles los portes que me habían salido gratis desde un principio.
Mandé un correo electrónico agradeciendo millones de veces la atención, flagelándome, e invitando al mensajero a mi fiesta de cumpleaños (que era a los dos días). Se lo merecía toda la empresa por aguantarme como cliente.
También les pregunté que si el servicio se hacía más grande o conocido, seguirían siendo igual de eficaces con las entregas. Me dijeron que eso no tenía que cambiar, porque todo lo que ahorran en tener tiendas físicas, lo invierten en servicio y “mimo” a los usuarios. Entonces les pedí que aumentaran la web con comida como lentejas, puré de patatas y similares, que no caducan tampoco tanto (supongo que si no tienen es por un tema de “almacén”) o con cosméticos que en nuestro país son complicados de encontrar como los pintauñas de OPI, los pintalabios de NYX o similares. Las chicas vamos locas comprando en USA, ¿por qué no comprarlo en un supermercado online? Ya envían a toda la península, incluso a esos pueblos que tienen el supermercado a 50 minutos de casa, sólo les falta aumentar en productos.
Con esto se han ganado una cliente.
Por cierto, el mensajero no apareció en mi fiesta de cumpleaños, pero en su lugar apareció un chico de Ulabox que había contestado mis correos electrónicos. Me entregó un paquete y se fue. Dentro había un regalo de cumpleaños de parte de toda la empresa. Y no eran pasas para la memoria
Y esto me da que pensar, por qué no hacer una serie de entrevistas a los emprendedores que hay en este país y que luchan cada día para que su producto o servicio, que es de calidad, siga adelante y no sea canibalizado por las corrientes de las costumbres urbanas?
Fui de las primeras en entrevistar a muchos empresarios de éxito cuando aun luchaban en el proyecto de Balzac junto con Hector Milla, ¿por qué no hacerlo 2 años más tarde con todos estos cambios sociales que estamos viviendo?
ACTUALIZACIÓN:
Si alguien quiere 5 euros de descuento: http://bit.ly/A6xwpS